Marie y Thomas - The perfect assassin Capitulo 14

Marie y Thomas – The perfect assassin capítulo 14

Italia, Serenissima Repubblica di Venezia (1484)

Bar  ``La zorra dormilona´´



Diez horas después…



El firmamento comenzaba a tornarse de color naranja, la gente en el gran mercado viejo de la ciudad comenzaba a retirarse y el sol cada vez más se escondía detrás del hermoso océano.

Las cortesanas simplemente se encontraban sentadas nerviosas esperando noticias de una de sus compañeras, en cambio Jazz no dejaba de moverse de un lado para otro esperando afuera del cuarto de Thomas, incluso de los nervios se estaba comiendo sus uñas a pesar de que aún estaban manchadas de sangre,

El tiempo que pasaba se le hacía eterno, pero le habían ordenado que por ningún motivo entrara por que necesitaban espacio.

Observaba de vez en cuando la puerta de entrada al bar, esta se encontraba cerrada con seguro porque seguramente media ciudad estaba buscando a su mejor amigo, ella se encontraba lista con los mismos cuchillos que había utilizado para asesinar a aquellos guardias, sin duda lo haría de nuevo para proteger a su amigo, pero le preocupaba el hecho de que quitar vidas no le afectaba tanto como lo suponía, eso no podía ser bueno, pero no podía pensar en eso ahora.

Se estaba desesperando, la presión la mataba, ya estaba a punto de llamar a la puerta para saber qué diablos ocurría, pero justamente antes de hacerlo por fin la puerta se abrió, del cuarto salieron una cortesana y un galeno (medico) que habían contratado ya que la situación se había complicado, este llevaba una enorme maleta, seguramente adentro contenía toda clase de herramientas para realizar operaciones, pero eso no significaba que la esperanza de vida de Thomas aumentara, se quedó callada esperando a que alguien le dijera como estaba, si lo había logrado o si se encontraba… no, ni se atrevía pensar en eso, él tenía que vivir.

Jazz- ¿Y bien?
Galeno- No le voy a mentir, fue difícil, perdió mucha sangre y la consciencia, pero ahora se encuentra fuera de peligro.
Cortesanas y Jazz- Oh… Grazie a Dio.
Galeno- Estoy de acuerdo, su amigo esta bendecido sin duda, y es muy fuerte, casi nadie hubiera sobrevivido, debo decirles que si hubieran tardado más minutos en llamarme no lo hubiera logrado.
Jazz- Muchísimas gracias por su ayuda Doctor.
Galeno- Para servirles señoritas, son 150 florencios por favore.

Ellas pagaron lo que pidió el galeno sin reprochar, si, era mucho dinero, pero esa persona le había salvado la vida a Thomas y salvarlo sin duda valía el precio.

Cortesana- Aquí tiene.
Galeno- Un placer ayudarlas, ahh y un consejo gratis, coci la herida, pero eso no significa que ya haya curado, procuren que el sujeto no haga cosas que lo cansen, eso haría que la herida se abriera de nuevo y volviera a perder sangre y eso sería catastrófico para alguien con estas condiciones, lo mejor será que se quede recostado por una semana y descanse.
Jazz- Entendemos Doctor, gracias por el dato.
Galeno- Por supuesto y no duden en llamarme si requieren mis servicios de nuevo.
Jazz- Espere, antes de que se vaya, ¿Podemos entrar?
Galeno- Si, pero lo mejor sería que entraran una por una, demasiadas personas podrían incomodarlo y no estén demasiado tiempo adentro de acuerdo, cinco minutos máximo, como les dije ahora lo que más necesita en este momento es descansar, ahora con su permiso me retiro.
Cortesanas- Grazie de nuevo.

Una de las cortesanas acompaño al galeno para abrirle la puerta, el salió rápidamente y en seguida la cortesana volvió a cerrarla con seguro.

Jazz- Voy a entrar para ver cómo se encuentra o si necesita algo.
Cortesana- Esta bien, pero recuerda, cinco minutos máximo, si no sales de ahí en ese tiempo nosotras mismas te sacamos.
Jazz- Je, descuida, comprendo perfectamente.

La ladrona, o más bien asesina entro lentamente, no deseaba hacer ruido para no incomodar a Thomas, al entrar completamente enseguida cerró la puerta, observo el cuarto ordenado como lo había visto la primera vez, la ventana se encontraba abierta y en la cama se encontraba recostado su amigo, se encontraba sin su traje y sin camisa, tenía una gran venda alrededor de su cadera que cubría los signos de la cuchillada que había recibido tenía los ojos cerrados haciéndolo parecer dormido a simple vista pero abrió sus ojos al sentir la presencia de Jazz, ella se acercó temerosa.

Thomas- ¿Jazz?
Jazz- Sí, soy yo.
Thomas- Déjame adivinar, te alegras de verme sano y salvo.
Jazz- No creo que esto pueda decirse sano y salvo amigo.
Thomas- Je, para mí sí.
Jazz- Veo que no has perdido tu sentido del humor, eso es bueno.
Thomas- ¿Qué te pasa?, te veo preocupada, ¿Estas bien?
Jazz- ¿Qué si estoy bien?, ¿Estas de broma?, ¡Estuviste a punto de morir y tú te preocupas por mí!
Thomas- Sí.
Jazz- … Si, estoy bien, gracias por preguntar.
Thomas- Me alegra saberlo, y dime, ¿Cómo te sientes?
Jazz- ¿A qué te refieres?
Thomas- ¿Cómo te sientes después de haber… ya sabes?
Jazz- Ohhh, pues, te seré sincera, me siento normal, ni limpia en mi consciencia pero tampoco traumada ni arrepentida, ¿Eso es bueno?
Thomas- Pues… no sabría que responderte, déjame contarte una experiencia mía, cuando asesinaron a mi madre hace tanto tiempo, sentía una gran rabia en mi corazón… la sigo sintiendo, pero me moría por llevarme algo a la boca, el poco dinero que tenia se me había acabado, desesperado y cegado por el hambre, le robe a un mercader un pan, un simple pan, sin embargo no fui sigiloso, el observo mientras lo hacía, enojado me agarro de mi cabello y empezó a arrastrarme en frente de su local, había muchas personas observando la escena, empezó a gritarme, me amenazo y por ultimo agarro un tubo comenzando a golpearme con el haciéndome sangrar con cada impacto,  dolía como el infierno y llore como no tienes idea, fue en ese preciso momento con el sufrimiento que me daba aquel señor gordo y calvo que me hizo recordar más a ella, deseaba que estuviera a mi lado protegiéndome, pero sabía que no era posible y eso provoco que mi rabia se convirtiera en odio, sin pensarlo, saque mi cuchillo y lo use en contra de el una y otra vez, me descontrole, el tipo no murió por mis cuchilladas, sino por las hemorragias infinitas por todo su cuerpo, pensé que me sentiría genial matándolo, que sanarían mis heridas y mi odio pero en vez de eso me sentí aun peor, me observe a mí mismo, luego observe a la gente a mi alrededor y me di cuenta que por un instante me había convertido como ellos… como a los guardias, como a los asesinos de mi madre, estaba encima del cadáver apenas reaccionando de lo que había hecho, empecé a correr para evitar a los guardias y cuando por fin huí del lugar, comencé a rezar, suplicando que Dios me perdonara, me sentía arrepentido por mi acto, pero el daño ya estaba hecho, era un asesino.

Esa fue la primera vez que manche de sangre mi hoja, pero fue sangre inocente, desde ese día jure que nunca más volvería a derramar más sangre de alguien libre de culpa, una lección que tuve que aprender a las malas, por ahora he podido cumplir mi promesa, pero todavía imploro que aquel señor y Dios mismo me perdonen.
Jazz- Guau… que trágica historia, pero supongo que si se trata de tragedias, yo te gano.
Thomas- ¿Por qué lo dices?
Jazz- Cuando vivíamos en Constantinopla, mi mama falleció cuando yo apenas era una bebe, murió de malaria, una enfermedad muy común por allá que por desgracia no le pudieron detectar a tiempo, fue un duro golpe para mi papa, pero a pesar de eso me siguió cuidando, amándome y protegiéndome por diecisiete años y nunca pude agradecerle por eso, como te dije mi papa era mercader, era un gran genio, físico, matemático, herrero, lo admiraba como no tienes idea, aún recuerdo cuando nos poníamos a ver juntos las estrellas cada noche, no dejaba de hablarme de las constelaciones y las grandes maravillas que hay afuera, al cumplir diez años  nos mudamos aquí por muchos asuntos, yo creí que la principal causa era para buscar un nuevo comienzo, una nueva vida, al principio nos iba bien, compramos un pequeño local y comenzamos a vender, el dinero comenzaba a llegar, parecía que todo estaba de maravilla, pero mi papa nunca me dijo que la verdadera razón por la que nos mudamos fue por que debía mucho dinero.

Tenía una mala obsesión de apostar, una noche lo perdió todo sin que me dijera, aposto nuestro hogar, sabía que había hecho algo incorrecto, seguramente lo primero que se le vino a la cabeza fui yo, así que sin consultarme para intentar conseguir el dinero que debía intento vender un collar de mi madre, este era de Jaspe verde con un hermoso diamante, en fin… logro conseguir el dinero con tan solo eso, cuando oscureció me dijo que esperara en la casa, pero yo intuía que algo malo pasaba, así que sin que se diera cuenta lo seguí por la calle, al llegar a su destino cerca de la bahía ofreció el dinero a dos personas, yo en ese momento no sabía que eran guardias de aquí.

Al obtener el dinero esos hijos de… tu tuviste la ventaja de no ver como asesinaron a tu madre, pero yo… vi claramente como le arrebatan la vida a mi padre frente a mis ojos, le clavaron una espada en su garganta, satisfechos se retiraron dejándolo moribundo, yo me acerque rápidamente y me hinque a su lado llorando, pude ver como el luchaba por decirme unas palabras, me imagino que eran ``Te amo´´ pero ya ni pudo terminar de pronunciarlas, se ahogó en su propia sangre, no supe que hacer, no podía dejar de verlo a sus ojos perdidos, gritaba su nombre una y otra vez pero ya no me respondía, se había ido, nunca supe quiénes eran esos sujetos, solo supe que eran guardias del Palacio.
Thomas- Ohhhh… de verdad lo siento Jazz.
Jazz- Yo también siento tu perdida, supongo que tenemos eso en común.
Thomas- Comprendo que no sientas arrepentimiento por haber matado a esos guardias en el puente, pero aun así no es del todo bueno, juro que cuando todo esto pase, te llevare a la iglesia conmigo para confesarte.
Jazz- ¿Vas a la iglesia?, ¿En serio?
Thomas- Si, así fue como conocí al padre que me metió en el lio de hace poco en la iglesia, pero necesito que me hagas una promesa a mi Jazz, ya eres una asesina y no hay nada que pueda enmendar eso, pero prométeme que mientras estés conmigo, igual que yo no derramaras sangre inocente.
Jazz- Lo prometo con una condición, no lo haré mientras no lo requiera, pero si corremos peligro lo haré sin dudarlo.
Thomas- Bien, ahora si me disculpas…
Jazz- ¿Qué haces?, ¡NI SE TE OCURRA LEVANTARTE DOOFENSHMIRTZ, NECESITAS DESCANSAR, NO PUEDES HACER NADA ESTRESANTE DURANTE UNA SEMANA!
Thomas- Je, me piden cosas imposibles, te recuerdo que mañana es la fiesta de cumpleaños de la Duquesa, debo salir a investigar algo.
Jazz- ¡TIENES PROHIBIDO MOVERTE DE ESTA CAMA, LLAMARE A TUS AMIGAS PARA QUE TE VIGILEN!
Thomas- Calma, ¿Me crees capaz de salir de mi cama?
Jazz- Sí.
Thomas- Rayos, comienzas a conocerme bien.
Jazz- No te muevas, ¿Quieres que te traiga algo?
Thomas- Si… mi traje, mis armas ahhh y si es posible una tasita de té por favore.
Jazz- Je, eres imposible, está bien, te los traeré, pero no te muevas.
Thomas- Si mama, ¿Algo más?, ¿Quieres que haga mis deberes también?
Jazz- Pareces un niño.
Thomas- Intento apreciar cada buen momento que pueda tener, para una persona como yo es difícil encontrarlos.
Jazz- Mmm, entiendo.
Thomas- Venga Jazz, cálmate un poco, estoy bien.
Jazz. Por ahora.
Thomas- Podrías traerme lo que te pedí por favore.
Jazz- Claro, vuelvo enseguida.
Thomas- Grazie.

Ella se retiró sin sospechar nada, pero no sabía que en realidad él estaba muy preocupado ya que mentía muy bien y estaba preocupado no porque hubiera estado al borde de la muerte, sino porque todas esas armas en el arsenal no podían significar nada bueno,  sospechaba que iban a ser utilizadas de mala forma en la fiesta de Marie, si su teoría era cierta entonces seguramente estaba hablando de un gran atentado en contra de la familia del Dox, intento relajarse, pero le era imposible pensando en todas las posibilidades, tanto buenas como las malas, olvidando por completo lo que le había ordenado su amiga, se levantó de la cama haciendo una mueca de dolor, se puso una camisa que tenía guardada cerca de su cama y estaba a punto de salir del cuarto, pero sin darse cuenta Jazz ya había regresado.

Jazz- ¿Qué estás haciendo?, ¿ESTAS LOCO?, ¡TE DIJE QUE NO TE MOVIERAS!
Thomas- Lo siento Jazz, tenía frio y me puse una camisa eso es todo, estoy bien.
Jazz- ¡No, no estás bien!, ¿No entiendes que puedes seguir desangrando si te estresas?
Thomas- Pero no me estoy estresando, solo quiero caminar por el bar.
Jazz- Thomas, dime la verdad, ¿Qué te pasa?

El asesino suspiro, sabía que ella era muy lista y era imposible poder engañarla, así que no tuvo más remedio que decirle la causa de su preocupación.

Thomas- Bene… tu ganas, veras, cuando entre en el arsenal encontré un cuarto lleno de armas de fuego, suficientes como para poder invadir Roma, aparte había mucha pólvora Jazz, algo muy malo va a suceder y pronto.
Jazz- ¿Y por qué crees que lo van a usar con fines malvados, tal vez solo sean para la protección de la ciudad.
Thomas- Tal vez, pero vale la pena indagar, trajiste lo que te pedí.
Jazz- Si, están preparándote el té ahora mismo, pero tú  traje está manchado de sangre Thomas.
Thomas- Lo necesito limpio, mejor que vaya a lavarlo.
Jazz- ¿Por qué no obedeces?, quédate aquí recostado, yo lo limpio por ti no te preocupes.
Thomas- Te agradezco, pero espera, quiero ver algo.

El saco de su traje los documentos que había conseguido del Capitán en el arsenal, abrió el pergamino con delicadeza ya que este estaba a punto de romperse debido a la sangre que se había derramado sobre él.

Jazz-¿Qué es eso?
Thomas- Algo que me dará respuestas.

Comenzó a leerla con mucho cuidado procurando que no se le perdiera ningún detalle.

Jazz- A juzgar por tu rostro diría que acabas de leer algo que te hará salir de inmediato de aquí y yo te digo que no puedes.
Thomas- Descuide, no saldré de aquí, debo prepararme para otra cosa.
Jazz- ¿Qué vas a hacer?
Thomas- Prepararme para la fiesta de mañana.
Jazz- Ni creas que vas a ir, no puedes ni caminar bien.
Thomas- Lo sé, por eso iras conmigo, vamos prepara todo, serás mi pareja de baile.
Jazz- ¿Qué?
Thomas- Para despistar, serás mi compañera, te entrenare, te enseñare todo lo que se, serás mi aprendiz por hoy para ayudarme.
Jazz- ¿Qué?
Thomas- Lo que escuchaste, vamos.

El asesino empezó a caminar aun con una pequeña mueca de dolor, pero lo aguantaba, ella simplemente lo observaba cuidándolo.

Las Duquesas caminaban junto al Lord Ferbguson, Marie no dejaba de sentir preocupación desde hace horas, se estaban terminando los últimos detalles para la fiesta de carnaval.

Isabella- Bien, supongo que todo está listo, lo logramos.
Ferb- ¿Que opina Madonna?, ¿le gusta?
Isabella- Me encanta, ¿Y a ti hija?
Marie- ¿Ehhh?, por supuesto, todo está perfecto.
Ferb- La noto distraída Duquesa, ¿Ocurre algo?
Marie- No, lo que ocurre es que estoy emocionada por esto, eso es todo.
Ferb- ¿Esta segura?
Marie- Muy segura Lord, gracias.

Isabella se quedó viendo esa escena confundida.

Isabella- ¿Me perdí de algo?
Ferb- No Madonna, nada importante.
Isabella- Está bien, Ferb ¿Te aseguraste de enviar todas las invitaciones a nuestros invitados?
Ferb- Por supuesto, aproximadamente serán más de 2000 invitados.
Isabella- La ocasión perfecta para nombrar al prometido de mi hija.
Marie- ¿Cómo rayos ocurrió esto?, ¿Cómo fue que eligieron a mi esposo sin consultarme?
Isabella- No fui yo querida, fue tu padre, por cierto Ferb, ¿Hay noticias de mi esposo?
Ferb- Lamento decirle que no, pero descuide, confío en que llegara a tiempo para la ceremonia.
Isabella- Bueno, supongo que ahora solo queda esperar no creen.
Ferb- Estoy de acuerdo, solo revisare la vigilancia en el Palacio.
Isabella- En cuanto a ti Marie, intenta sonreír tan siquiera, es tu cumpleaños, deberías estar feliz, no triste, enojada ni preocupada por nada, relájate, ¿Entendiste?, ve a tu cuarto y procura descansar que mañana será un gran día para todos... digo para ti.
Marie- Entiendo Madre.

La Duquesa Pelirroja comenzó a subir las escaleras con dirección a su cuarto, al llegar azoto la puerta, estaba muy enfadada con todos, pero como buena Duquesa que es la controlaba para que nadie se diera cuenta, se sentó en su cama empezando a quitarse su vestido, pero entonces observo algo que le llamo la atención, un pedazo de papel debajo de su cama, ella se tuvo que quitar el vestido para poder agacharse y tomarlo, al lograrlo observo que tenía una pocas palabras.

Y justamente cuando iba a mencionar el nombre ese pedazo de papel está roto impidiendo que lo supiera, pero ella no necesitaba ser detective para saber que era de su amado, seguramente era una carta que le habían dejado, pero por que se encontraba rota, comenzó a buscar las demás partes pero se dio cuenta que su cuarto había sido aseado seguramente por los fieles sirvientes, no había otro pedazo de papel aparte de ese, de nuevo volvía a tener un mal presentimiento.