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PLANTAS VS ZOMBIES - REVELACIONES capitulo 1

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610vann1's avatar
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PLANTAS VS ZOMBIES – REVELACIONES


Capítulo 1 – Día Z

Extraño mucho a mi antigua dueña, quizá era un poco distraída, pero siempre amanecía con una gran sonrisa en su rostro, muy alegre y risueña, era una señora ya grande y aún seguía siendo soltera, pero ella me quería mucho y también a todos mis amigos y amigas, cada mañana sin excepción ella salía al jardín para regarnos y rosearnos fertilizante, vaya... también extraño el delicioso fertilizante, llevo días sin recibir algo siquiera, pero estoy consciente que mi dueña ya no existe y que muy probablemente nunca más pueda sentir aquel delicioso tacto, también extraño el abono, ese sabor tan peculiar que tiene me encanta, me gustaría mucho saber de qué estaba hecho, el olor me enamoraba.

Cielos… no debería recordar aquellos felices días, me deprimen por que los comparo con los de hoy en día, si pudiera regresar al pasado tal como soy en el presente, me hubiera encantado poder sonreírle, darle un abrazo,  decirle lo mucho que la amaba y cuanto la extraño y al final agradecerle por todos sus cuidados, por quererme como si fuera su propia hija, por hablarme al pétalo todas las noches antes de dormir, siempre se preocupaba por mi incluso desde que era una semilla, quisiera poder estrecharle la hoja, un equivalente a una mano humana supongo yo, no se mucho de fisiología humana, pero en cuanto a botánica soy una experta, y eso que no fui a la universidad de Botánica y Ecología, je… pero supongo que ya no hay humanos que den clases en las facultades, una lástima, me gusta mucho estudiar y conocer cosas nuevas, pero últimamente la ignorancia es un privilegio, hay cosas que he visto que desearía que nunca hubieran pasado.

En especial quisiera olvidar aquel terrible día en que empezó todo esta pesadilla, no recuerdo muy bien qué día era, pero Guisa y yo lo llamamos Día Z.



(Día Z - 2 horas antes del primer brote)



Aun lo recuerdo como si hubiera sido ayer, amanecí sonriéndole al sol, llenaba mis estomas de la energía solar tanto como podía, preparaba mi polen para las abejas y saludaba a todas mis compañeras girasol, mi dueña salió de la casa un poco apresurada, se le había hecho tarde para el trabajo, sin perder tiempo nos saludó a todas y nos rego a duras penas, ni siquiera pude disfrutar mi último roció con gusto, observe como ella salió disparada a su auto, lo arranco y se fue dejando una densa nube de smog ahogándonos a todos en el jardín, no pude ver su sonrisa aquel día, una lástima, aunque ahora que me pongo a analizar las cosas, no era capaz de poder moverme por mi cuenta propia, siempre inmóvil, sin poder liberarme de la maceta a la que mis raíces estaban sujetas, de no haber sido por lo ocurrido una hora después, ¿Hubiera conocido a Guisa?

Vaya, no sé cómo contestar esa pregunta, y es que sinceramente aún no se del todo que fue lo que paso, sucedió tan rápido, en un abrir y cerrar de ojos, creo que ni eran las 9 de la mañana, recuerdo una familia vecina de nuestra casa, era un señor castaño muy gordo con barba, su hermosa esposa y su encantador hijo, conducían su vagoneta verde las mañanas de lunes a viernes para llevar a su hijo a la escuela, pero aquel día ni a la calle pudieron llegar, sin pleno aviso, una alarma sonó en toda la ciudad, en seguida fije mi atención en la calle aun situada en la maceta, observaba como patrullas de policía circulaban con sus sirenas encendidas a todo volumen avisando por sus altavoces que evacuaran la zona de inmediato, yo no comprendería lo que pasaba hasta dentro poco.

Observe como la madre y su hijo se metían rápidamente al auto esperando al señor, ¿Cómo era que se llamaba?... no me acuerdo, habían sucedido tantas cosas, por alguna razón el señor aun no salía de la casa para irse con su familia, sabrá la gran Diosa flor por qué no lo hacía, pero cuando vi que por fin se encontraba en la puerta para salir corriendo con su familia era demasiado tarde… sucedió.

Es una imagen que jamás podrá salir de mi mente, de repente del cielo comenzaron caer bombas pequeñas por todas partes, pero curiosamente estas al impactar contra el suelo no explotaban, hicieron algo mucho peor, estas al chocar contra el suelo abrían algo parecido a unas válvulas que a su vez liberaban rápidamente una especie de humo morado que lograba cegar a cualquiera que entrara en su radio de alcance, la tiniebla se dispersaba rápidamente por toda la ciudad a causa del viento, pronto todos estábamos cubiertos por esta, lo último que alcancé a ver antes de desmayarme es que la gente que se encontraba en la calle comenzaba a toser descontroladamente, incluso escupían sangre, algunos lloraban desesperados por no saber que ocurría y por qué los demás comenzaban a desplomarse en el suelo, no los culpo, el miedo seguramente fue el último pensamiento de esas pobres personas antes de caer, yo sinceramente creí que solo se estaban desmayando al respirar el humo, pero resulto en realidad que los que caían al suelo yacían muertos escupiendo aun sangre.

Mis últimos segundos consciente observe a la madre y al hijo dentro del auto también desmayándose debido a que por desgracia una ventana se encontraba abierta cuando cayeron las bombas, me imagino que no reaccionaron a tiempo para cerrarla, mi última señal fue que escuche un grito desgarrador que disminuía rápidamente mientras mis ojos se cerraban por el humo, al final caí también al suelo.

No sé cuánto tiempo paso, quizás solamente fueron unos minutos, o quizá paso un día completo, no lo sé, pero cuando desperté mis sentidos estaban diferentes, tenía una mayor capacidad de razonamiento de la que solía tener y sentía mis raíces ligeras como pétalos, observe al cielo, era increíble que aun el firmamento estuviera cubierto de una enorme nube, solo que esta era de color negro siniestro, mire para todos lados buscando a alguien, increíblemente todas mis compañeras girasol ya no estaban, me encontraba sola en mi jardín, o más bien lo que quedaba de este, el pasto que estaba verde y sano ahora estaba seco y hecho ceniza, sentía un profundo dolor en mis raíces, era como si de repente tuviera la necesidad de moverlas de la maceta, mire al piso, casi me asusto al ver lo que me pasaba, mi maceta estaba rota, toda mi tierra estaba esparcida en el suelo convertida en ceniza, por esa razón me dolía tanto estar recta, pero lo que veía era sorpréndete, era capaz de mantenerme estable sin caerme, mis rizomas podían actuar como unos pies humanos, estaba ahí completamente erecta sin necesidad de que hubiera tierra entre mis raíces, era alucinante pero de verdad me dolía mucho, entonces pensé, ¿seré capaz de moverme?

Aquel pensamiento me agobiaba, ¿caminar?, las plantas no caminan, pero sentía una extraña sensación de libertad y debía intentarlo, intente tomar un gran respiro, pero decidí que no era tan buena idea debido a la gran cantidad de ceniza que había en el ambiente, incluso empecé a toser demasiado, era obvio que lo que sea que fuera aquel humo extraño no era buena para la salud, fue entonces cuando recordé lo que había pasado, se suponía que debia haber personas desmayadas en el suelo, intente prestar atención a la calle, pero era tanta la ceniza que caía del cielo que tapaba completamente el sol, parecía que era de noche, mi vista no podía llegar más lejos que de un metro de distancia, tenía que averiguar que había pasado, ¿Adónde se habían ido mis compañeras?, tenía que encontrarlas, pero el problema es que para descubrir donde estaban tenía que moverme de ese lugar.  

Ahora o nunca, con mucho cuidado moví mi rizoma derecha hacia delante, cada centímetro que se desplazaba me dolía hasta la hoja, lo logre… ahora la izquierda, el dolor no pasaba, mi tallo temblaba de la horrible incomodes de tener que doblarse, ¿Me pregunto qué sentirán los humanos la primera vez que caminan?, ¿Dolor por nunca antes haber usado sus músculos o placer por la conformidad de saber que pueden desplazarse libremente a su gusto?, quizá ambas.

Comenzaba a tener ritmo, era fácil, rizoma derecha, rizoma izquierda, rizoma derecha, rizoma izquierda, sin embargo me caía de vez en cuando al suelo comiéndome sin querer la cenizas, no fue una grata experiencia aprender a caminar de esa forma.

Cada que vez que caía me levantaba de inmediato sin rendirme, mi objetivo era llegar a la acera de la calle, para un humano hubiera sido extremadamente fácil, pero para mí era un gran desafío.

Por fin había logrado llegar a la calle, me sentía satisfecha conmigo misma, sonreía aunque no habían muchos motivos de hacerlo, pero cuando me fije detenidamente en la calle de un lado a otro me di cuenta de una cosa, todas las personas que se habían desmayado durante la tiniebla morada no estaban tampoco, al igual que mis amigas habían desaparecido.

También me había percatado al estar en esa parte de la calle de que los arboles estaban muertos, todas sus hojas se habían caído también de un horripilante color negro, juro que en ese momento tenía muchas ganas de vomitar el estiércol que había desayunado quien sabe hace cuanto, me sentía tan perdida, desubicada, por un momento creí que se trataba de una pesadilla y que estaba durmiendo cómodamente en mi maceta como siempre, pero no… esta era la realidad, la maldita realidad.

Mi felicidad de poder caminar fue rápidamente reemplazada por un sentimiento de tristeza y soledad, todo lo que conocía había cambiado por completo, mi hogar, mi jardín, mi vida en general.

Entonces fue cuando también recordé que la última vez había visto a la madre y su hijo haber subido a la vagoneta, tenía que descubrir si estaban bien, no pude encontrar la casa del vecino de inmediato, las cenizas no dejaban de caer, tapaban toda la vista, tarde 5 minutos en encontrar el auto caminando a ciegas, entonces descubrí algo alarmante, podía alcanzar sin problemas la ventana del auto, había crecido por lo menos 3 veces mi tamaño, tenía la altura de un niño humano, ¿Qué habrá pasado?, ¿Cómo rayos crecí?, asustada me observe a mí misma con mucho cuidado por si algo mas en mi había cambiado, afortunadamente no descubrí nada fuera de lo normal, una vez hecho esto limpie la ventana con mi hoja para poder ver su interior, desearía no haberlo hecho, debido a que había poca luz por la falta de sol solo pude distinguir dos cadáveres que no necesitaban ser identificados, lo peor de todo es que estaban llenos de sangre por doquier, decidí no seguir viendo aquella horripilante escena, intente correr, pero era inútil, si apenas había aprendido a caminar ya exigía correr, hasta yo sé que ni los humanos pueden hacer eso.

Seguí caminando desorientada, no pensaba en claro, lo único que pasaba por mi cabeza era saber en dónde rayos estaban todos, mientras más caminaba más mareada me sentía y para el colmo el panorama siempre era igual, desastre y sangre por todas partes.

Ya estaba a punto de darme por vencida, no sabía en donde estaba, nunca había estado fuera de mi jardín y muy seguramente ya me había perdido, mi única esperanza era encontrar a alguien.

De un segundo a otro escuchaba pasos que no eran míos, seguramente alguien estaba muy cerca, comencé a buscar, incluso tal vez era mi dueña, que inocente era, ni me imaginaba lo que de verdad estaba provocando al hacer tanto ruido buscando.

Una silueta humana se acercaba a mí desde la niebla, sonreía agradecida de por fin encontrar a alguien, lo salude con mi hoja moviéndola con singular alegría de un lado a otro, pero cuando estuvo prácticamente a escasos centímetros de mí, la sonrisa que llevaba desapareció de mi rostro, aquella silueta era una persona que cojeaba de su pie, como si fuera un animal herido, se quejaba constantemente con un gemido no característico de un humano y levantaba sus brazos dirigiéndolos hacia mí.

     - ¿Está bien señor? – le pregunte preocupada más por mi seguridad que por la suya.

No pude reaccionar a tiempo, esa persona me atrapo saltando e intento morderme al tallo, yo intentaba zafarme de el con todas mis fuerzas, le enredaba el cuello con mis hojas para ahorcarlo, pero no funcionaba, era como si aquel hombre no respirara, lo vi al rostro y grite de terror, tenía la cara deforme, ojos ensangrentados, dientes putrefactos llenos de carne igual putrefacta, el aliento le olía a rayos y centellas y tenía múltiples mordidas en su cabeza, casi ya no tenía cabello, era mi fin, no podía ganarle, mis fuerzas se agotaban rápidamente y pronto no sería más que una ensalada, pero ocurrió un milagro, no pude observar muy bien pero a juzgar por el suceso, vi como una enorme bola verde impactaba en la cabeza de la persona arrancándosela, fue lo más tenebroso que haya visto en toda mi vida hasta el momento, la sangre salpicaba por doquier, el cuerpo se derrumbó encima de mi tirándome al suelo, con las fuerzas que me quedaban me arrastre liberándome de esa cosa prácticamente llorando, no podía creerlo, casi moría.

No pude evitarlo, seguí llorando como cuando era una semilla, que vergüenza, tarde varios minutos en comprender que la bola no fue simple coincidencia, alguien me había salvado la vida, levante mi mirada y justo en frente de mi observe otra silueta, pero esta no era humana, era algo completamente desconocido para mí, pero lo más extraño es que pude ver una vaina acercándose a mi hoja para ayudarme a levantarme, acepte la ayuda encantada, la vaina aguanto mi peso y me levanto sin problemas.

     - Gracias, muchas gracias – abrazaba a lo que sería mi mejor amigo, la planta que se preocuparía mas por mi que alguien mas en toda mi vida, Guisa.





  Continuara…
Prologo ---> 610vann1.deviantart.com/art/Pr…
Capitulo 2 ---> 610vann1.deviantart.com/art/PL…

Aquí la primera parte de una historia que les llegara al corazón, créanme, una vez que lo lean comprenderan a que me refiero, no se arrepentiran. ;) :iconfinallyplz:

Historia desarrollada por: :icon610vann1: 

Videojuego creado por PopCap y EA Games
:#1: :xboxcontrollers: 
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emmanuel2401's avatar
omg es excelente me encanta